Toda dirección debe hacer una evaluación de sus acciones y c. Zelada nos presenta desde dentro, una de ellas, y aun con errores en esa evaluación resulta aleccionador que lo realice.
Sin embargo, hay errores que traslucen que son impropios de cometer como esa de echarle la culpa a las acciones antiparo de la dictadura pues los luchadores saben de sobra que eso siempre va a suceder. Además, el marxismo enseña que son las contradicciones internas las determinantes.
Otro de los errores es cifrar esperanzas en un paro nacional cuando las fuerzas fabriles y de los corredores mineros y agropecuarios no se han comprometido en ella.
Un paro seco, como se hace en el sur y en la sierra central, tampoco la reemplaza pese al heroísmo y la cuota de sangre que las masas populares aportan.
Otro es no desenmascarar a todo el oportunismo, pues si bien se critica a los revisionistas de la CGTP se deja libre a otros, como sucede con los c. de la minería artesanal que dijeron iban a ser parte de la protesta popular y al final se vendieron a la dictadura y postergaron su inclusión para después para negociar la ampliación de plazo del REINFO (1).
Igual es ilusionarse que con marchismo puede abrirse curso a alguna insurrección y peor aún desconocer que si el marchismo no va acompañado de DESBORDE NO HAY DESENLACE FAVORABLE, como ocurrió el 14-11-20 que logró hacer caer al gobierno del acciopopulista Manuel Merino.
Desde hace varias décadas esos errores, que impulsa el movimientismo- pues se pretende luchar contra las dictaduras negando dirección política ni ideológica- sigue y lo paga el movimiento popular.
Y ello permitió que las 2 dictaduras (parlamento y el ejecutivo) se estabilicen, pese al repudio popular, y dirijan una nueva reestructuración del Estado para facilitar el reimpulso del dominio imperialista, del capitalismo burocrático y de los neoterratenientes y una democracia burguesa farisea donde solo se disputen la mayordomía política del estado los narco partidos corruptos del orden burgués y se proscriba a sus enemigos políticos que lo pongan en riesgo, como acaba de suceder con el MOVADEF y el partido ANTAURO
Solucionar esas contradicciones deben ser una tarea impostergable de una dirección si no queremos que esa reestructuración evapore los mínimos resquicios democráticos hoy existentes pues se va a generalizar la persecución política con las actuaciones policiales no judiciales del fascista «control de identidad» y el acoso a los alojamientos que albergan a protestantes, etc.
Aquí el artículo de c. Zelada.
13-14-15 N: UN ÉXITO EN LAS REGIONES, DESCOORDINACIÓN, TRAICIÓN Y ESCENARIO APEC EN LIMA
Por Cesar Zelada*
El Paro convocado por el movimiento social transportista para el 13-14-15 ha generado una controversia en la vanguardia. Para algunos, el Paro fue un “fracaso total” ya que “no hubo un choque contundente con la PNP y no se rompió el cerco”. En cambio, para otro sector (mayoritario), fue un éxito. Este es un aporte para el debate.
Sectarismo
La caracterización de “fracaso total” (que también es compartida por el medio digital ultraderechista Willax), se basa en que “no se rompió el cerco PNP, hubo represión y se perdieron los instrumentos de lucha”. Es entendible la molestia de los compañeros. No obstante, en toda lucha (más aún una donde se apunta a los agentes de los imperios yanqui y europeo), hay represión, detenidos, etc. Claro, que, si se ve toda la lucha desde el objetivo del “choque” y “romper el cerco policial”, pues, habría una derrota.
Sin embargo, esta es una posición sectaria, muy común en la pequeña burguesía. En toda lucha, victoriosa o no, hay represión. Otra cosa sería que los compañeros planteen el Paro desde el punto de vista obrero, es decir de la paralización de la economía: Minería, textiles, servicios, estatales, etc. Pero no es el caso. Para la pequeña burguesía todo se restringe al “choque heroico” sin importar la correlación de fuerzas ni la situación de reflujo de la que intenta salir el movimiento obrero y popular.
Un ejemplo contundente de lo equivocado de esta política fue la posición sectaria y mesiánica de Sendero Luminoso (SL). La lucha armada individual (así como el método de terrorismo individual de los Narodnaya Volia en Rusia) produjo el empoderamiento del fujimontesinismo hasta la actualidad.
Una demagogia radicaloide que impresionaba a los jóvenes, pero que en la práctica terminó desenvolviendo una política de colaboración de clases como “la reconciliación nacional: la libertad de Fujimori y Montesinos, y todos los presos políticos”. Esta política lo único que ha logrado es envalentonar más al proto fascismo (en desarrollo) que criminaliza las ideas como es el caso Olimpo o MOVADEF.
Por lo general, esta posición sectaria se desarrolla en organismos de la pequeña burguesía. Es decir que no responden al método de la clase obrera. Es que, para el obrero, no se trata de ir “al choque por ir al choque” sino de desenvolver un plan de lucha que implica parar la fábrica, parar la economía, con el fin de “golpear” en donde más le duele al patrón: la tasa de ganancia.
Esto implica paros escalonados hasta el paro indefinido. Para la clase obrera, una marcha no plantea necesariamente el “choque”, sino que este depende de la correlación de fuerzas. Es que, si los movilizados son una cantidad ínfima en comparación con la cantidad del poder coercitivo, pues, obviamente se estaría exponiendo a la mayoría de los movilizados a la represión, detención, heridos, apertura de procesos judiciales, etc.
En cambio, el Paro Indefinido, por su propia dinámica, plantea la insurrección popular y la guerra civil. Pero esta perspectiva depende de la organización y movilización de millones de trabajadores.
Éxito en las regiones; descoordinación, traición y escenario APEC en Lima
Lo que no toma en cuenta el sectarismo es que, el movimiento social transportista ha logrado reanimar el combativo movimiento social de provincias que se encontraba en un reflujo, producto de la sangriente represión impuesta por la dictadura.
Paralizaron varias regiones y hubo marchas en otras tantas (esto gracias también al importante apoyo de gremios como CNUL, CONALREP, CONULP, cuentapropistas de Mercados, maestros, construcción civil, estudiantes, primera línea, familiares de las víctimas de las revueltas del 2022-2023, etc.).
Es importante ser objetivo en el análisis y reconocer que este ascenso de la lucha popular no habría sido posible sin la intervención de los transportistas (que se dieron la tarea de ir a varias regiones).
También es verdad que con el devenir de los días el paro fue disminuyendo, en diversos niveles, dependiendo de cada región. Un factor importante es que el Norte (Chimbote, Piura, La Libertad, Chiclayo), se está incorporando a la protesta social.
En Lima, objetivamente, no hubo Paro. Se desenvolvió una marcha de unos cuantos miles el 13 N, que, luego fue disminuyendo. Esta cuestión se explicaría porque habría un desgaste de los trabajadores transportistas después de 4 paros escalonados contundentes.
Pero además porque teníamos toda la propaganda de la patronal metiéndole el “chip” a la población de que “el APEC/Chancay implica inversión y desarrollo”. Y en efecto, los trabajadores de los Mercados y de Gamarra, no paralizaron labores.
Por otro lado, la patronal del transporte habría llegado a un acuerdo con el gobierno, de tal forma que le dieron “carta libre” a los choferes y cobradores para trabajar con la gasolina subsidiada y sin cobrarles el jornal.
A esto habría que agregar que los dirigentes transportistas no tuvieron tiempo para organizar asambleas con sus bases en Lima.
CGTP, minería, textiles, servicios
Un factor importante a analizar es la intervención del movimiento obrero. La Central más importante (CGTP), convocó a las jornadas de lucha, participando con unos cuantos miles el 13N, pero el 14 y 15 N ya NO se movilizaron.
La razón sería una reunión con el secretario del Partido Comunista y presidente de Vietnam, Luong Cuong. Hay que tener en cuenta que Bitel es una importante empresa vietnamita. Es decir que la dirigencia de la CGTP no movilizó a sus bases el 14-15 N porque habría desenvuelto una política de colaboración de clases con la patronal vietnamita que se reunía en APEC.
Por otro lado, si bien es verdad, un dirigente de la Federación de Trabajadores Mineros (FNTMMSP), dijo que tres días de jornada era mucho, pues, la posición oficial fue de apoyo, sin vacilación, a las jornadas del 13-14-15, lo que no se cumplió debido, según algunos dirigentes, al trámite de plazo de huelga (cuando la convocatoria a la lucha había sido casi un mes antes). Al final, apareció una delegación de 100 obreros el 13N y otros tantos el 14N. Los dirigentes transportistas y los que militamos todas estas semanas para organizar las Jornadas de Noviembre, nos dimos con esta lamentable sorpresa, a pesar de la contundente convocatoria del dirigente minero presente el 23 O en el mitin al frente del Congreso de la República. Habría que señalar que a pesar que una reunión de transportistas se realizó en el local de la Federación Textil, ningún dirigente tomó contacto con el movimiento contra la delincuencia.
Un movimiento dialéctico no es rectilíneo
El análisis sectario es, por lo general, metafísico, es decir que no toma en cuenta el conjunto de las partes del movimiento como un todo, sino que analiza una parte como un factor aislado de la totalidad del cuerpo. En otras palabras, el desarrollo del movimiento tiene un carácter progresivo, no es rectilíneo, sino complejo y contradictorio, donde se avanza y se repiten fases recorridas, alimentándose, motorizándose.
Asistimos a un nuevo escenario de ascenso de la lucha popular, donde los transportistas se han convertido en los nuevos voceros y actores político-sociales de un sector popular, expresando una nueva radicalidad (sin dialogar con la dictadura), tratando de llenar un vacío (que no puede llenar ningún partido político), pero que tiene desafíos orgánicos que corregir si quiere sostener el liderazgo popular conquistado. A la vez, es fundamental, enfatizar, que no va a poder haber Unidad para derrotar a la dictadura, sino es con el movimiento social transportista.
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*Director de la revista La Abeja obrera. Dirigente de la Agrupación Vilcapaza. Colaborador en varios medios de prensa obrera y popular.
Notas
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