Su huelga de hambre no concita movilización popular ni concentra amplia solidaridad.
Y al interior del magisterio no responde a olas movilizadoras previas, como enseña la línea de clase desde la década de 1930 con el maestro German Caro Ríos.
La bandera de lucha que hoy agita el CEN no es factor de unidad como dice su lema.
Mas aun, se apartan de las demandas reales del magisterio pues mientras el grueso del magisterio nombrado apuesta por el pago de la deuda social sin recortes en su cálculo y el magisterio sin nombramiento busca ya nombramiento rápido sin la falsa meritocracia del neoliberalismo educativo, el CEN SUTEP se opone.
Por ello ni el magisterio ni el pueblo lo acompañan pese a lo sacrificado que es una huelga de hambre.
El pueblo sabe que solo buscan recuperar posiciones al interior del magisterio luego de tantas traiciones y aupismo con la dictadura, a la que auspiciaron asociándose con el golpismo fascista contra el presidente pedro castillo.
El magisterio, como siempre, es arena de contienda entre las posiciones revisionistas y neorevisionistas de los 2 sindicatos patronales (CEN SUTEP y FENATEP) y el clasismo que hoy encarna el SUTEP Único.
Y esa lucha, hará que se revierta el reflujo actual de la lucha magisterial.
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