Precarizar el empleo magisterial, reducir el salario y evaluación punitiva del desempeño docente, son parte del neoliberalismo educativo.
Sostuvimos que, si en 1970 de los casi 100,000 maestros más de 2/3 estaban nombrados, al 2022 solo eran el 55%.
Y en los últimos quinquenios, solo cuando han luchado los maestros de los SUTE REGIONALES, el salario magisterial ha ido hacia arriba, constatación realizada por el profesor s. Chiroque.
Sobre evaluación de los maestros, precise que en la legislación educativa pre restauración democrático post fujimontesinista de los 2000, la evaluación docente ya existía en las leyes No. 24029 del profesorado de 1984 y en la ley 25212 de 1990 pero también en la ley 15215 de 1964 y en el decreto ley 22875 de 1980.
Pero allí no eran evaluaciones para despedir docentes sino para dignificarlo y estimularlo como persona y como maestro, aparte de mejorar su salario.
Pero este tipo de evaluación fue mínimamente realizada por los gobiernos de turno, especialmente luego del golpe de estado del 5 de abril de 1992 por el fujimontesinismo donde se asesinó y desapareció maestros y dirigentes magisteriales; y se desconoció los derechos y el mejoramiento salarial por el pacto entre la dictadura fujimontesinista con Patria Roja-CEN Sutep.
Todo ello claro, a cambio del soplonaje, y el reajuste automático de los aportes a la DERRAMA MAGISTERIAL, que ha convertido a la camarilla allí enquistada en una aristocracia magisterial, que ahora ultimo hasta financia al terruqueador Rolando Breña, quien se está dando el lujo de escindir a Patria Roja.
En cambio, con el neoliberalismo de los 2000 hasta hoy, Ley de Educación incluida, han insertado una evaluación punitiva, de despido de maestros sea cuando no sales aprobado o sea cuando no participas en esas antitécnicas evaluaciones.
Y es que el instrumento de la OBSERVACION que se emplea en dicha evaluación, no presenta sostenibilidad ni confiabilidad para acreditar el buen desempeño docente, dado que un desempeño no puede medirse en una o dos parciales observaciones de tiempos cortos cuando uno labora más de 5 o 6 horas en un lapso de casi 10 meses. Es decir, no se emplea la observación como lo hacen los Antropólogos y otras Ciencias Sociales que para darle sostenibilidad y confiabilidad al hecho a analizar se dotan de mayor tiempo y complementando con otras técnicas también, pues la observación facilita solo un punto de arranque y funciona si existe estímulos- como demanda Mario Bunge (1)-, que no se presenta en el caso peruano con maestros precarizados o mal pagados, y alumnos anémicos o desnutridos.
Señalamos que mientras en el hemisferio norte las evaluaciones de desempeño laboral estaban cuestionadas y abandonadas por su poca eficacia para medir el desempeño laboral (2), aquí el neoliberalismo educativo los presenta como panacea y solucionador de los problemas educativos y, especialmente para el desempeño docente.
Es que el neoliberalismo busca afianzar la precarización laboral y reducir el salario, retirando maestros nombrados usando la meritocracia, que no es otra cosa que un despido encubierto que el magisterio no avala.
Etc., etc.
Contra la evaluación punitiva planteamos el boicot, en la medida que sea una decisión de asamblea masiva y ejercida como bloque, pero por región y no en forma aislada.
Buen debate, donde también se habló de m. Gandhi y enfatizamos que su camino pacifico no llevo al triunfo al pueblo indio.
Y también sobre la huelga de hambre, que es una forma de lucha generada por el movimiento obrero, pero que corresponde hacerlo si es útil, solo cuando se está en estado medio en las luchas; pues si estas en ofensiva no es de utilidad.
Etc., etc.
Fue el miércoles 8 de mayo en entrevista desde Puno en el programa «TRINCHERA CLASISTA».
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Notas
- Ver: M. Bunge: La investigación científica.
- Ver: Tom Koens y Mary Jenkins: Evaluaciones de Desempeño?.





