Nuestra real independencia, de todos los peruanos y no solo de un grupo, en realidad todavía no ha llegado. Lo que tenemos es un montón de presidentes traidores y asesinos de su propio pueblo. También tenemos gente a granel, todos jalando para su molino, orinando en las calles —y si hace dinero— postulando en nuestra política. La justicia no existe – solo el que tiene más dinero.
La real independencia peruana
significa como mínimo: salud, educación y vivienda y de calidad asegurada para los peruanos, simplemente por el hecho de ser peruano. Que nuestros recursos naturales y nuestras riquezas sirvan para financiar esa “independencia”. Recuperándolas, siendo propietarios y no inquilinos en nuestra propia casa. La energía eléctrica, las comunicaciones debemos asumirlas con nuestra tecnología, súper invertir en éstas con y gracias a nuestras riquezas. También la alimentación, siendo Perú campeón en comida, se benefician los supermercados extranjeros y algunos capitalistas peruanos; Creando nuestros supermercados podemos hacer circular nuestra gran variedad de productos (dinamizando el campo y mejorando sus ingresos y por defecto también su calidad) y también ganamos por ese lado con el turismo; asimismo damos trabajo a los peruanos en primer lugar.
Debemos cambiar nuestro chip, los peruanos podemos cubrir todas nuestras necesidades y de manera exitosa. Nuestra Pachamama está con nosotros.
!No nos dejemos engañar con eso de que necesitamos la competencia y el consumo¡ Que al analizar nuestra realidad resulta ser ¡un viejo cuento capitalista y enajenante! Y que tiene al planeta contaminado y devastado.
Real Independencia también es
“no permitir a los traidores que sigan haciendo sus negociados bajo la mesa”. Ingresando en la política con sus grandes empresas y tremendos engaños delictivos… Si cambiamos nuestro chip, que el objetivo de la vida ya no sea el acumular riqueza sino mejorar nuestra humanidad, sin pobreza y con equilibrio económico y social; así solito la sociedad se irá depurando de su nocividad. Así se logra la independencia, identidad y desarrollo.
En este momento de lucha, de levantamiento del campo y del pueblo, tenemos que tomar medidas rápidas y seguras. Por lo mismo, lo antes mencionado es la mejor ruta para evitar que más generaciones peruanas se pierdan en la pobreza o de que se les sigan engañando con el chorreo o goteo; entonces no debemos aceptar otra cosa que no sea el recuperar nuestras riquezas para nuestra salud, educación y vivienda. De forma inmediata.
También se está hablando como solución
que el pueblo, con su lucha, encontrará su propio camino. Creemos que no es el momento para eso. Hoy es correr demasiado riesgo. 200 años de sometimiento y enajenación han dejado secuelas. El suelo no está parejo. La vida es una carrera, el mayor requisito —para que sea justa y una experiencia positiva— es que el suelo esté parejo para todos; significa que arranquemos en las mismas condiciones. Solucionando el problema de salud, educación y vivienda y, lo antes mencionado, de esa manera emparejamos lo suficiente el piso para que más adelante, con un pueblo educado y bien alimentado, pueda elegir su mejor camino. Es la forma más rápida de hacer justicia con nuestro pueblo y la más democrática con el tiempo.





