Hace 5 años debatimos lo que significó el gobierno del General Velasco y dentro del cual hay que entender la Reforma Agraria del Dec. Ley 17716 (Ver notas 5 y 7).
Allí nuestra nota al respecto cuando algunos despistados gobiernistas del castillismo hablaban de 2da. Reforma Agraria sin hacer cambio significativo alguno en la estructura agraria aún bajo mando del neolatifundio.
PERU: FASCISMO O NACIONALISMO EN EL GOBIERNO MILITAR DEL GENERAL J. VELASCO A.
COMPARTIMOS CON DANTE CASTRO EL DEBATE SOBRE ESTE TEMA EL SABADO 8 DE JUNIO
Sostuvimos que el régimen era fascista y corporativo (1) y que el nacionalismo es componente de ello.
Haber asumido el gobierno con un golpe de Estado; y haber cancelado la democracia representativa y el orden politico-juridico y electoral es propio de un régimen fascista. Y sus documentos (2), como el de su «Estatuto Revolucionario» Decreto Ley No. 1, donde establece sus fines y objetivos y las Fuerzas Armadas se autoeligen en Junta Revolucionaria y que ella elegirá al Presidente de la República, así lo denotan.
Fueron tres las reformas básicas del gobierno militar, emanado del golpe de Estado del 3 de abril de 1968: reforma Agraria (Dec. Ley 17716), reforma industrial (Dec. Ley 18350) y reforma educativa- Dec. Ley 17437, para la Universidad (3), y 19326-, con los cuales este carácter se plasmó.
A estas tres reformas se adiciono una institución nueva para controlar y fomentar la paralelización de las organizaciones sindicales y populares, que le confirieron raigambre corporativista al gobierno militar: Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social, SINAMOS.

Ente, que al igual que otras instancias del Gobierno como el COAP, donde se concentró personalidades disimiles política e ideológicamente que provenían de sectores guerrilleros, socio sindicales, académicos, demócrata cristianos, social progresistas, apristas y comunistas: Carlos Delgado Oliveira, Helan Jaworsky, Héctor Bejar, Carlos Franco, José Luis Alvarado, Hugo Neira, Héctor Cornejo Chávez, Alberto Ruiz Eldredge, Otoniel Velazco, Diego Robles, Raúl Vargas, Gerardo Cárdenas, José B. Adolph, Jaime Llosa, David Mejía, Rafael Rocagliolo, Guillermo Thorndike, Augusto Razuri, Francisco Moncloa, Ismael Frías, Luis F. De las Casas, Mercedes Cabanillas, Walter Peñaloza, Augusto Salazar Bondy, Martha Hildebrandt, Ángel De Las Casas, Carlos Malpica Fausto, Emilio Barrantes, Leopoldo Chiappo, Ricardo Morales, Luis Pasara, etc. (4). Durante el régimen militar de 1968-75 convergieron militares que animaron la primera reforma agraria en La Convención y Lares, así como los que debelaron a sangre y fuego- napalm incluido- los movimientos socio-sindicales y guerrilleros de la década de fines del 50 y de los años 60, como los de Hugo Blanco, el MIR, ELN, FALN, etc.
Este organismo busco quebrar organismos sindicales clasistas y a los partidos políticos, especialmente, los de izquierda, como parte de la corporativizacion de la Sociedad Peruana. Así, auspicio la creación de la Confederación Nacional Agraria-CNA, Movimiento Laboral Revolucionario-MLR, Sindicato de Educadores de la Revolución Peruana-SERP, la Central de Trabajadores de la Revolución Peruana-CTRP, etc. SINAMOS uso al MLR cuando quería sabotear asambleas clasistas de sindicatos, barrios, pueblos jóvenes, gremios campesinos, etc. que lo ejecutaba con matones reclutados de los bajos fondos.
Como en cualquier régimen fascista, el nacionalismo exacerbado y la demagogia desenfrenada- «binomio pueblo-fuerza armada», «el patrón ya no comerá más de tu pobreza», «consume lo que el Perú Produce», «ni capitalista ni comunista”, “Día de la Dignidad Nacional», etc.- explican las expropiaciones de tierras e industrias (5); el antiimperialismo del gobierno del General Velasco; y que consolidaron la negación del parlamentarismo, de la democracia representativa.
El pregonado nacionalismo del régimen también en cuanto al impulso de un capitalismo nacional, aun bajo mando de la burguesía burocrática, también se desdibuja pues la industria seguía sustentándose en insumos, equipos y maquinarias importadas (6).
Sin embargo, y sin negar que en las otras reformas también lo hubo (Ver Nota 3), la reforma agraria- contenida en el Dec. Ley No. 17716 del 24 de Junio de 1969- tuvo diseño imperialista desde los EEUU, jugando un papel importante en este diseño la Conferencia de Punta del Este de 1961 y la Alianza para el Progreso (7).
Resaltamos el hecho de que el régimen velasquista, pese a su predica «revolucionaria» y «antiimperialista», sustento su reforma educativa en financiamiento de organismos imperialistas como el BIRF y que mediante el Convenio De la Flor-Greene con USA se pagó US $ 800 millones de dólares por las expropiaciones del régimen militar.
Una evaluación global de este régimen mirándolo por sus logros o la pretendida adhesión popular confirma que no ha sido tan popular ni tan nacionalista ni antiimperialista y que, como todo gobierno fascista y corporativo, solo sirvió para reimpulsar el capitalismo. Ali están para comprobarlo los siguientes datos (8):
-Balanza Comercial (Millones de dólares): 221 en 1969 y -1100 en 1975.
-PBI Agrícola: 16.1% en1969 y 12.6% en 1975.
-PBI Minero: 8.6% en 1969 y 5.9% en 1975.
-PBI manufacturero: 19.3% en 1969 y 25.9% en 1975.
– Trabajadores en Huelgas: 91,531 en 1969 y 617,120 en 1975.
– Trabajadores beneficiados con frente a total del sector: Agrícola: 305,000 (14.9%) y en Industria (manufactura, pesquería, minería y telecomunicaciones): 304,000 (37.7%).
-Presupuesto de Educación en el Presupuesto del Estado: 1968: 23%, 1972: 21.6% 1974: 18%.
Etc., etc.
Cuestionamos también, la común percepción que el régimen velasquista sea considerado revolucionario pues una Revolución en tanto evolución acelerada implica derrocamiento de una clase social que detenta el Poder y la construcción de un nuevo orden social, con una nueva acumulación y distribución (9).
Y ello no ocurrió entre 1968-1980.
Resaltamos el hecho también que desde un inicio no hubo dentro de su proclama inicial o en sus tres documentos originarios (10)- ningún señalamiento a clase social responsable de las causas de la irrupción violenta del estamento militar del 3 de octubre de 1968 o que esta irrupción apuntaba a invertir siquiera el orden de las clases sociales en el Estado, con lo cual era más evidente que estábamos ante una versión del fascismo en el país.
Llamamos, asimismo, la atención que en este periodo político del 68-75, muchos grupos y personalidades que se reclamaron marxistas también capitularon ideológica y políticamente, apartándose del cumplimiento de lo que la IV y V Conferencia Nacional del PCP habían establecido, para el desarrollo de la revolución en el país y el traslado de su dirección al campo para el inicio de la lucha armada (11). Allí no entran claro, los revisionistas, quienes habiendo sido expulsados en la IV Conferencia Nacional del PCP, ingresaron de colaboradores directos del fascismo a través de su PCP (Unidad) y la renacida CGTP, que fueron puestos al servicio del gobierno militar, traicionando una vez más al pueblo peruano.
En fin, importante debate lo del sábado 8 de Junio, que sirve a esclarecer al proletariado y al resto del pueblo y evitar confusionismos sobre el régimen militar 1968-1980, que siembran los que desvían al pueblo de su camino.
https://www.facebook.com/share/p/1JZhr23wMr2XwkGt/?mibextid=oFDknk
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1354451558041532&id=100004301026331
————
Notas.
- En el III Pleno del PCP se trató ello:
«[…] el fascismo es la negación del sistema demoliberal por la propia burguesía…
Negación de las libertades, los derechos sociales y las formas políticas de democracia representativa; esto es, negación del sistema de gobierno demoliberal pero no de la dictadura de clase de la burguesía ….
Fascismo que, si bien implica los mismos principios seguidos en Alemania, Italia o España por Hitler, Mussolini o Franco, no significa su aplicación idéntica….
En la década del sesenta, la intensificación de la lucha de clase de clases, la necesidad de profundizar el capitalismo burocrático y la crisis de la democracia
representativa llevaron al golpe de Estado de octubre de 1968; generando de esta manera un régimen militar que desde entonces desenvuelve una línea política fascista, y hoy impulsa una línea organizativa corporativista mediante el Sistema Nacional de movilización social (SINAMOS)…
Es el fascismo esencialmente violencia? Hay quienes sostienen, decía, que el fascismo es, en esencia, violencia, que la violencia es la característica esencial que lo define; esta es la posición de revisionistas y revolucionaristas, de lo cual derivan que el régimen de Velasco Alvarado no es fascista sino revolucionario y reformista, respectivamente….
Esta posición es oportunista y falsa….
el fascismo en esencia es la negación del sistema de gobierno demoliberal (no de la dictadura burguesa), y el que lleve adelante sus planes por la violencia no es sino el camino para defender y mantener el viejo orden según sus necesidades y circunstancias…
Por otro lado, piénsese que el Estado es la violencia organizada y que la doble política reaccionaria ha potenciado inmensamente la violencia contrarrevolucionaria en la época del imperialismo…[…]»
Ver:
Abimael Guzmán/Elena Yparraguirre: «Memorias desde Némesis. 1993-2000». Lima, 2014.
- El Mayor EP José Fernández Salvatecci señalo que el Estatuto, el Manifiesto y el Plan Inca fueron los tres documentos fundamentales del Gobierno Militar del General Juan Velasco Alvarado.
Ver: «Yo acuso. La Revolución Peruana». Lima, 1978.
Puede ampliarse algunas interioridades de este régimen en la nota sobre «La red de la CIA en el Perú» donde hay extractos del precitado libro y de otros:
http://grancomboclub.com/#article/27838
- Antes del Dec. Ley 19326, para el sistema universitario, el gobierno militar expidió el Dec. Leg. 17437 con el cual impulso la destrucción del carácter demoliberal de la Universidad, así como la subsistencia y desarrollo del movimiento universitario sustentada en la autonomía y la vida democrática interna relativa de la Universidad.
Ver:
FER: «Sobre la Reconstitución del FER». Lima, 1974.
En dicho documento se señala que el Dec. Ley 17437:
«[…] demagógicamente plantea que la Universidad que consagra el Estatuto CEN es Nacional, Científica y Democrática (arts. 1, 19, 74, 290, 301) y en el colmo de sus manifestaciones antiproletarias afirman que el Consejo de Gobierno de cada Universidad es el encargado de materializarla…
Al igual que la Ley General de Educación el Estatuto plasma el humanismo idealista burgués en términos de «búsqueda de la verdad», «surgimiento del nuevo hombre», etc., etc…
El Estatuto, al igual que la Ley General de Educación, reafirmando su concepto de «sistema», establece toda una organización vertical de la Universidad Peruana, en cuya cúspide se encuentra el CRESU, órgano de gran poder sobre las Universidades (art. 134 CEN, 172 LGE).
Hay que anotar que hasta la imposición del D.L. 17437 no existía un organismo por encima de las universidades con poder de decisión de ellas; el CONUP represento el primer ensayo, y el CRESU «órgano de alta dirección con función ejecutivo» (art. 174 LGE), en su forma corregida, aumentada y definitiva»[…]».
- El Mayor J. Fernández Salvatecci señala algunos de estos nombres, así como Juan Martínez Campos en su obra señalada en la nota 8.
Hugo Blanco, fue un caso especial, pues no se sumó al proyecto militar pues se retiró al extranjero ni bien el Gobierno Militar, con una ley de amnistía, lo libero a él y a otros que purgaban cárcel por las luchas sociales-guerrilleras de los 50- 60.
Estos civiles seguros se auparon al proceso aun, como dijo Carlos Delgado O., cuando la «revolución» afectaba sus «propios intereses individuales».
Ver: «Testimonio de Lucha”. Peisa, Mima, 1973.
En esta obra puede verse aspectos polémicos del gobierno militar desde sus inicios.
- En el agro, evoluciono la gran propiedad de la tierra con la formación de las Cooperativas Agrarias de Producción-CAP, las Sociedades Agrícolas de Interés Social-SAIS y los Grupos Campesinos, que para algunos quebró a la oligarquía terrateniente, pero dejando al país con deuda agraria que vía bonos hoy aun oprimen al país y que buscan cobrar los herederos de esta oligarquía.
Asimismo, recién en la década de 1980- por disposición de la Constitución de 1969- estas empresas tuvieron acceso a sus títulos de propiedad de las tierras expropiadas pues mientras tanto el Estado se reservó la propiedad y la tecno burocracia estatal era la que conducía, en el fondo, dichas empresas.
En la industria y minas estatizadas-o no-, el Estado impuso la Comunidad Laboral, así como las acciones laborales para generar las condiciones para contener reivindicaciones sindicales y mejorar la producción y productividad empresarial para asegurar mayor rentabilidad del sector privado, como demuestra Armando Pillado.
Con estas unidades empresariales el Régimen genero un capitalismo de Estado, donde un pilar fueron las masivas Empresas Públicas, que servían solo a una mayor rentabilidad del sector privado no estatizado, como apunta A. Pillado:
«[…] todo Estado entra fundamentalmente a explotar los sectores de peor rentabilidad….
La curva de utilidades del gobierno es un comienzo ascendente.
Sin embargo, no llega a captar, aun en su mejor momento, sino apenas el 15% de las utilidades globales, teniendo alrededor del 35% de la inversión….
Según E. Fitzgerald, la inversión publica crece hasta un nivel cercano al 50% entre 1973 y 1975, pero obtiene pocas utilidades, casi nulas….
Esto significa claramente que el Estado, aun con el 50% de la inversión total, al final del periodo aquí considerado obtiene para si solo el 10% de las utilidades.
Sera el sector privado, por consiguiente, el que tenga en sus manos el 90% de las utilidades, con solamente el 50% de la inversión[…]».
O sea, el régimen Velasquista en el fondo reimpulso el capitalismo burocrático, garantizándoles rentabilidad con menos inversión pues el Estado subsidiaba sus operaciones cubriéndola con el manto de estar en un proceso revolucionario y antiimperialista.
En palabras de A. Pillado:
«[…] El Estado ha entrado a invertir donde es menos rentable, liberando al sector privado de hacerlo y a la vez garantizándole la continuidad física de tales empresas.
En algunos casos, a la vez que las sostenía, traspasaba utilidades a las empresas privadas al abastecerlas con su producción.
Por ejemplo, SIDERPERU abasteció de fierro de construcción a la industria de ese rubro y abastece de planchas de acero a la industria metalmecánica; actualmente ya está abasteciendo de hojalata a las fábricas conserveras de Chimbote […]
Ver:
- Pillado: » El capital hacia la crisis». Desco, Lima, 1978.
- Lo mismo sucedía en la Minería Expropiada pues no se generaba valor agregado y además en el Sur peruano, pese al promocionado antiimperialismo, seguía la Cia. Imperialista Souther Perú Cooper Corporación explotando el cobre.
- En dicha Conferencia, a fin de no repetir lo que ya pasaba en la Cuba Revolucionaria de Fidel Castro, que confisco las tierras del Latifundismo, – se aprobó el impulso de la «Reforma Agraria Integral»:
«[…] Muchos hombres bregan ahora por la libertad en tierras de vieja tradición…
Ha llegado el momento de imprimir un nuevo sentido a esta vocación revolucionaria…
Impulsar….programas de Reforma Agraria Integral…
Robustecer la base agrícola…
Deberán adoptarse, entre otras, cooperativas y asociaciones campesinas…[…]».
Dicha Carta puede verse en: CTADES: «Apuntes Teóricos y Metodológicos sobre el Problema Agrario». Lima, 1987.
- Ver: Juan Martin Sánchez: «La Revolución peruana: Ideología y Practica Política de un gobierno militar 1968-1980». CSIC, Universidad de Sevilla y Diputación de Sevilla; Sevilla, 2002.
El apoyo popular al régimen también era relativo pues pese a SINAMOS que movilizaba masas adherentes y al colaboracionismo del PCP-Unidad y la CGTP controlada por el revisionismo, existían fuertes organizaciones sindicales independientes del gobierno en lucha contra el régimen militar y sus patronales empresariales locales y extranjeras.
Allí está el caso de la Confederación Campesina del Perú-CCP- que en sus tres facciones estaban en la oposición a Velasco: VR, PCP-BR y PCP-SL-; la Confederación de Trabajadores del Perú- CTP y la Federación Campesina- FENCAP, como la Federación de Trabajadore Azucareros y FENTRAIPA, controladas por el Apra; los gremios magisteriales FENEP hasta 1972 y el SUTEP desde 1972, la, Federación Minera FNMMP, la Federación de la Industria Pesquera, la Federación de Trabajadores Hoteleros, Restaurantes y Afines; etc.
En cuanto a represión masiva y selectiva con muertos, heridos, detenidos, deportados, etc., el régimen militar no se queda atrás, comprobándose un componente más del fascismo: la violencia.
Allí esta la represión al estudiantado y pueblo ayacuchano de 1969 por la defensa de la gratuidad de la enseñanza, a loa mi eros en Cobriza de 1971 en plena huelga contra la Cerro de Pasco Corporation en 1971, la fuerte expresión al magisterio conducido por la FENEP en 1971 y luego entre 1973 a 1975 con el SUTEP donde hubo más de 800 despedidos, miles de trasladados y decenas presos en el Penal El SEPA; al proletariado papelero químico de Paramonga que se enfrentaba a la transnacional Grace y Co., y de Fabrica de Calzados el Diamante de 1973; la represión al campesinado de Andahuaylas, Apurímac de 1974 en sus tomas de tierras; a la huelga policial y la protesta popular del 5 de febrero de 1975, etc., etc.
- Ibid. El autor analiza los trabajos de Eric J. Hobsbawn, Abraham Lowenthal y Ellen Kay Trimberger sobre la conceptualización de Revolución al caso peruano 1968-1975, siguiendo las pautas de Rod Aya para la definición del concepto revolución: el resultado, la intención y la situación.
Por otro lado, para los que quieran hacer una propia evaluación de si fue o no una revolución lo del 68-75, el trabajo de Jean Baechler- «Los fenómenos revolucionarios»- puede también ayudar a identificar si por sus componentes fue o no una revolución.
Lo que si reprobamos es que, sin evidencia sólida, aun cuando tienen buenos materiales en la obra que prologan que la refutan, es que se pretenda señalar- como hacen Carlos Aguirre y Paulo Drinot- al régimen 1968-1975 como que «transformo radicalmente la sociedad peruana».
Ver:
«La Revolución Peculiar»: IEP, Lima, 2018.
- En su Estatuto- contenido en el Dec. Ley No. 1- del día del golpe militar existía vaguedad e imprecisiones conceptuales pese a que ya tenían a cohesionados civiles y militares como animadores del golpe o que por su formación en el CAEM y en La Escuela de Las Américas no podían darse el lujo de tener ese vacío, salvo que tuvieran como plan somo el cambiar para que no cambie nada, como al final ocurrió por más fines y objetivos de cambio estructural de las reformas que trazaron en sus documentos fundamentales.
Allí están algunas de sus afirmaciones en el «Estatuto Revolucionario»:
«[…]
– anhelo ciudadano.
– poner fin al caos económico y la inmoralidad administrativa, a la improvisación, al entreguismo de las fuentes naturales de riqueza,
– grupos privilegiados
-perdida del principio de autoridad
-incapacidad para realizar las urgentes reformas estructurales
-bienestar del pueblo peruano
-objetivos nacionales.
-transformar la estructura del Estado.
-sectores menos favorecidos
-sentido nacionalista
-defensa de la soberanía y dignidad nacionales.
-promover la unión
-conciencia nacional.
[…]»
En el «Manifiesto del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada» del 2 de Octubre de 1968 se lee:
«[…]
-emancipación definitiva de nuestra patria
-poderosas fuerzas económicas nacionales y extranjeras.
-peruanos indignos.
-injusto orden social y económico
-las mayorías sufren
-malos políticos
-bienestar de la colectividad
– posición independiente
-justicia social
-dinámico desarrollo nacional
-fiel a los principios de nuestra tradición occidental y cristiana
-alentara la inversión extranjera
-superiores destinos [de la patria]
[..]»
- Allí están un conjunto de fuerzas que proclamándose de izquierda no tipificaron correctamente al régimen militar y facilitaron su predica confusionista, negadora del papel revolucionario que debían asumir como izquierda.
Ricardo Letts en su trabajo «La izquierda peruana. Organizaciones y tendencias» los ubica conforme a su posición frente al régimen militar:
– Antiimperialista y anti oligárquico representa los intereses populares: PCP-U, POR-T y FLN.
– Nacionalista burgués y progresista: PST, POMR y PCP-ML.
– De Reivindicación Democrática y nacionalista parcial subordinado a su línea antipopular: VR.
– Reformista con aspectos aprovechables en su línea: PCP-PR, PCR, MIR-TR, VR-PM y ELN.
– Agente del imperialismo y fascista: PCP-BR, PCP-SL, PCP-ER, MIR-CE, LC, FIR-OCR, CMOP y PSI.
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1354451558041532&id=100004301026331





