Estos días de fuerte convulsión social hemos visto correr alertas, comedidos e intrépidos a los voluntarios de la salud. Siempre atentos anteponiendo muchas veces su propia integridad.
El 24 último la batalla fue fuerte entre la policía y los protestantes, ese día me topé con las chicas voluntarias de la salud, ellas se encargan de atender a los heridos de cualquier bando.
Le pregunté cómo estaba su labor, ella conminó que paren las agresiones que, según ella, la mayor parte son causadas por la policía, los Ternas. Pidió que ya no lo hagan.
Son importantes sus opiniones porque ellas han estado cerca y todos los días en las marchas, son testigos en primera línea. En todo caso, esta publicación tiene por finalidad hacer un llamado a la paz. No podemos seguir enfrentándonos entre pueblo y fuerzas policiales o militares. Eso pasa por respetar la voluntad de la población. También por el firme propósito de sacar a la corrupción. Y esto último debería ser la guía principal de la policía. No deben obedecer a políticos corruptos: con el mínimo criterio y lógica propia pueden hacerlo. ¿O es que son parte de lo indebido? Porque no podemos explicarnos la muerte o graves heridas de peruanos inocentes bajo sus balas: médicos, enfermeros, periodistas, adolescentes, aguateros, o simples personas que solo protestan. No se puede traicionar un juramento, no pueden disparar a la gente juraron defender.
Hay muchos policías honestos y bien legales, a ellos hacemos un llamado de unión.





