“Si, según Augier, es “con manchas naturales de sangre en una de sus caras” como “el dinero ha venido al mundo”, el capital llega a él sudando sangre y lodo por todos sus poros”
- Marx: El Capital.
El capital siempre se ha formado sobre saqueos, vilezas, rapiñas, asesinatos, explotación, y “explotando acontecimientos no muy limpiamente” [Marx], etc. Ello se comprueba, una vez más, con el caso de la Mafia Brasileña con Odebrecht, OAS, Graña y Montero y toda la criolla clase política peruana- personalidades, grupos y Partidos políticos- ha envuelto a todo el país y a Brasil, salpicando incluso también a Suiza y USA como al mundo financiero.
De tal modo que el libro del ex congresista Juan Pari (1) nos sumerge nuevamente, en ese mundo del capital, donde los acontecimientos se explotan vilmente para beneficio de algunos que, sospechosamente, también aprovechan esas obras públicas para lavar dinero ilícito. Aunque para Juan Pari, esa corrupción, no es parte del modelo capitalista, su obra, igual, es importante para develar las interioridades de cuatro mega obras corruptas de inicio a fin y que, extrañamente, ha sido silenciado por el Perú formal,
pues los rostros visibles de sus defensores y apologistas están allí expuestos descarnadamente.

Cuatro mega obras que permitió, a la clase dominante, estafar al país con el cuento de desarrollarnos o solucionar problemas de transitabilidad caótica por la capital de la República; ninguna de esos seculares problemas han sido solucionados, pero sí han engordado billeteras de funcionarios públicos y Presidentes de la República.
Las revelaciones del ex congresista Juan Pari, quien presidio la Comisión Parlamentaria que investigó el caso Lava Jato durante el gobierno de Ollanta Humala, son prolíficas y sacan a luz muchas formas cómo desde Ministerios, la Presidencia de la Republica, PROINVERSION, el Parlamento, se avala grandes negociados.
Investigación que paradójicamente nunca llego a nada pues hubo varios dictámenes parlamentarios, ninguno de los cuales sirvió -como sucede siempre con las investigaciones parlamentarias- para abrir puertas ni para cárcel a los implicados -empresarios y venales políticos peruanos- ni para continuar alguna investigación en la Procuraduría o en la Fiscalía, siempre prestas a denunciar a quienes osan denunciar al Estado Colonial corrupto y contrainsurgente genocida.
Un aspecto clave del libro es cuando Juan Pari señala que, en la mega obra Carretera Interoceánica- Tramo Sur 2, 3 y 4 e Interoceánica 4- iniciada durante el gobierno de Toledo y continuada en el gobierno de Alan García, se recibió alrededor de US $ 4,000 millones de dólares de presupuesto público, pero la mafia brasileña de Odebrecht movió cerca de US $ 7,000 millones en sus cuentas en el sistema bancario. Sospecha Pari, que esa diferencia de US $ 3,000 millones es dinero ilícito.
O sea la clase dominante con estas mega obras publicas lava dinero ilícito. Si en cuatro megaproyectos públicos sucede ello, imaginamos que, en los últimos 10 años, el capital y su criolla clase política, lavan alrededor de US $ 115,000 millones.
Pero hay que anotar que no solo sucede en mega obras públicas sino, sucede también, en el ámbito privado utilizando, por ejemplo, ese gran valor que son las concesiones mineras.
Así, en el caso de Mina Las Bambas, conforme han denunciado las Comunidades Campesinas ante Congresistas, especialmente de izquierda y la opinión pública, esta Mina, tiene alrededor de US $ 20,000 millones en el sistema bancario y en la Mina propiamente dicha, instalada en la Provincia de Cotabambas y Grau de Apurímac, solo ha invertido US $ 2,600 millones e, incluso, han denunciado que uno de los accionistas de MMG Las Bambas, titular de dicha Mina, ha sido formada en un paraíso fiscal(2).
Esa revelación del lavado de dinero ilícito en los megaproyectos es importantísima. Explica no solo el silencio oficial, académico y comunicativo con este importante trabajo del ex congresista Juan Pari.
Y seguro explica también porque hasta hoy las investigaciones de los cuatro megaproyectos sigue anodina- aun cuando en el Parlamento se reactivó el caso y se ha formado otras Comisiones, en la Fiscalía ya hay varios encausados y la Procuraduría sigue enfilando acusaciones y solicitando incautaciones o intervenciones que ni la Fiscalía ni los Jueces acogen. No vaya terminar como en el del juicio de los “Petroaudios”(3) nadie va a ser culpable, salvo funcionarios de rango menor del Estado Peruano.
La parte final del libro de Pari- sus “Reflexiones Finales”- es aún más importante y debe obligar a los lectores, al movimiento popular, a tomar en serio las cosas de la construcción de un Nuevo Perú, pues la impunidad y formas de las actividades ilícitas, utilizando las grandes obras, no están para seguir medrando y conciliando con el viejo Orden pues, el modelo económico actual, las pasa como tarifas públicas, peajes o como deuda. No sigamos pagando a estos fascinerosos que han cutreado a vista y paciencia de todos.
Solo la conquista del Poder nos librará de ello.
A leer el libro de Juan Pari, entonces.
Notas.
Artículo editado y corregido por Juan Soria





